En una noche del mes de marzo, el cielo olvidando su alegría, lloro y se llenó de tristeza, al escuchar el lamento de agonía del alma que partía y que dejaba inerte el cuerpo que por un tiempo ocupo, ya que le dolía tanto separarse de lo que en esta vida tanto amo….
Marzo, mes de marzo…Llegaste con tus rayos de sol, penetrante sutileza de un fuego abrazador deshojando a tu paso árboles sin flor, remembranza de tu hostil devenir, arrancaste mi flor de mi hermoso y cuidado jardín, una noche en que el cielo se tornó triste y gris.
Marzo, mes de marzo…Hoy en su dicha celestial su amor arropa y llena de brillo a los que en una noche del mes de marzo en este plano terrenal tuvo que dejar..
Autora: María Teresa Merelas
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